A la caza y captura. ¡A por ellos!

¡A por ellos!

¡A la caza y captura de los no vacunados! ¡A por ellos! ¡Son insolidarios! ¡Negacionistas! ¡Antivacunas! ¡Radicales! ¡Traidores! ¡Portadores de la enfermedad! ¡Criminales! ¡Ellos nos contagian! ¡Ellos nos están matando! ¡A por ellos!

Todos los medios de comunicación, sean públicos o privados, izquierdosos o derechosos, parciales o… parciales (aquí no hay cara o cruz), se han lanzado a criminalizar a los no vacunados. ¡A por ellos!

Esos medios manipulados y manipuladores tachan a esas personas por su libre decisión de no vacunarse de insolidarios, de negacionistas (con las connotaciones al holocausto nazi que arrastra el término), de bombas humanas portadoras del virus, de antivacunas, de traidores respecto al resto de esa sociedad sumisa, obediente, manipulada y vacunada.

También los políticos (¡todos, increíble que se pongan de acuerdo!), se han lanzado a la caza y captura. Todos los políticos señalan sin escrúpulos la culpabilidad de los no vacunados en la propagación de la enfermedad y dictan normas sólo contra ellos, limitando su libre circulación, limitando sus derechos y libertades, confinándoles, encarcelándoles en sus casas, tras un juicio sumarísimo. ¡A por ellos!

Todos los políticos, todos los gobiernos, en todos los países, autonomías, regiones y ayuntamientos, muy demócratas ellos, están marcando a los no vacunados con la esvástica de ser la escoria que contagia y mata a los vacunados (¿?) y para ello utilizan todas las armas de propaganda para cargar contra los proscritos: «Vacúnate por amor y sigue salvando vidas», les dice dulcemente a los no vacunados en una campaña publicitaria disfrazada de falso romanticismo, pero rebosante de odio, azuzando sin ética ni pudor a los vacunados contra los no vacunados. ¡A por ellos!

Todo eso es incitación al odio.

Delito de odio institucional.

Odio desde el poder público.

Lo peor de lo peor.

Odio que inoculan todos los gobernantes y todos los medios de comunicación a la masa adoctrinada que aplaude y apoya con delirio ese acoso, ese odio, mirando con odio al no vacunado. Y con recelo al extraño. E incluso al amigo… ¡A por ellos!

Se está criminalizando y odiando a unas personas que lo único que han hecho es decidir no ponerse una vacuna.

Una vacuna que NO inmuniza.

Una vacuna que NO evita contagiar.

Una vacuna que NO evita ser contagiado.

Vacuna de la que NO se conocen los efectos negativos a corto, medio y largo plazo.

Pero a pesar de todos esos “noes” de la vacuna, de todas esas negaciones de la vacuna, son los no vacunados los negacionistas, los criminales y se les tacha de asesinos por decidir desde su libertad y con su propio sistema inmunológico superar la lucha contra un virus. Virus mutante, como todos los virus y que, como todos los virus, mutantemente se ríe de las vacunas y juega al pilla-pilla con los médicos, los científicos, los epidemiólogos, los medios de comunicación y los políticos.

Es más: Se está negando a toda la sociedad el derecho a ser libres obligando a presentar el llamado, de manera eufemística, “Pasaporte Covid”, que no es otra cosa que el salvoconducto propio de las más duras dictaduras. ¡A por ellos!

A día de hoy, 11 de diciembre de 2021, los “malos” de la película, el enemigo a perseguir y derrotar, los culpables de todos los contagios y las muertes, son los no vacunados, incluidos los niños de 5 a 9 años. ¡A por ellos!

Estoy seguro que en enero o febrero de 2022 los próximos asesinos en serie serán los niños de 0 a 5 años. ¡A por ellos!

Y después… Cuando todos estemos vacunados, por lo civil o por lo militar, todos volveremos a ser culpables del genocidio que otros se han inventado. ¡A por ellos! ¡A por ellos!

Y para abril o mayo, si no antes, todos volveremos a ser perseguidos, dominados, manipulados y aniquilados como personas libres. Y no podremos salir a la calle sin un chip incrustado en la frente, tipo Estrella de David sobre fondo amarillo con la palabra Jude (“judío”) grabada, a ser posible, a cuchillo, que tanto gusta a los dictadores de todos los pelajes.

Y habrá gente que lo vea bien.

Pero otras personas, se rebelarán. Y se les perseguirá. Y serán exterminados. Y serán vacunados, sí o sí. ¡A por ellos!

Tiempo al tiempo.

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